viernes, 3 de septiembre de 2010

Not made for love

¿Quién se acuerda de los olvidados? Un club privilegiado, no todos caben en él, somos los vampiros, los zombies, marginados de la noche, lo admito, no todos valen para el amor, tal vez no sirva para amar, pero sí para gritar, y se que encontraré a la persona que piense igual, requisito principal es que sepa volar, eso de cocinar mas o menos me da igual siempre quedará sitio para el Mc, otra cosa que me debería importar es que debe saber ser un buen enemigo, empezar las noches tirándose platos y acabar tirándose la ropa, en verdad el odio es un tipo de amor, todo lo que más se quiere se odia alguna vez, excepto, ese odio que dura para siempre, ese odio es más de los que crean en la imaginación un plan perfecto para matar, me hare alguna colonia con su piel, por favor, aroma a rencor con venganza, ¡me dará placer!

Los que se quedaron con las noches en vela, lágrimas en la almohada, recuerdos quemados a fuego lento, odio y amor, rencor y pasión, y al final soledad, oscuridad, y la persiana elige que trozos de luz son los adecuados para nuestro rostro, y supimos crecer, supimos asomarnos por la ventana y ver que la soledad es un buen compañero del que aprender, y acabar solos solo es un final más de los que no nos importan, y en la noche nos devolverán noches sin dormir, riendo hasta que el sol diga ¿Vale ya, no?, la almohada se quedará siempre con ganas de charrar, y creo que habían algunos recuerdos, ¡bah! las cenizas se las llevó el viento, y odio y amor, trocito de sonrisa y pasión, y pasar de ser olvidados, hay que intentar marcar al mundo con nuestros pasos.

Lxve.