Que caiga una droga del cielo, puro veneno, que haga del mundo un lugar más ameno, y respirar.
Y mañana decidiré si esto es real o no, que la ciencia ficción se basó en leyes reales de la imaginación, que las barreras de lo posible nunca estuvieron cerradas, siempre va a tener más suerte quien no cree en ella ¿las coincidencias? un choque de caminos, del tuyo y del mio.
No entiendo bien mis sueños, y ahora camino fijándome en mis pasos, en las puntas de mis zapatos, y las huellas que dejo, recordando la última escena de mi cabeza, perdido por mi cabeza, tirado al abismo, para conseguir abrir una puerta y tú, desnuda, tirada en la cama, otro salto al vacío, hundido en sus curvas de tallo peligroso, oleaje de alto riesgo para las caricias, enredada en sábanas, con su cabello dejándose caer por la espalda como cascada, temiendo que el recorrido del placer fuera de otro, todo lo que yo quería es de cualquier otro, yo solo soy el turista, viajero de la belleza y echado a patadas al acantilado, y aun no entiendo este sueño ¿Por qué otra vez? ¿A que vienes ahora? No se olvidar ¿Cómo lo harán los demás? llorar y soportar, nada más. Rosa desnunda, pétalos de placer haciendo huracán, el veneno en flor, a flor de piel.
La luz esta dentro de pozo, la vida no es injusta ni justa, es lo que es, si sufrimos es injusta, porque a nadie le gusta sufrir, tal vez nos lo merecíamos, si tenemos éxito nos lo mereciamos, siempre nos lo merecemos, aunque el verdadero éxito es fruto del esfuerzo, entonces perdurara, la vida es lo que es, y al igual que siguen habiendo sentimientos sin nombre, no existe palabrería para dar un valor a la vida con palabras. ¿Te quejas o lo afrontas? ¿Duermes o despiertas? ¿Te conformas o buscas? ¿La vida? ¿La tomas o la dejas?
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