miércoles, 27 de julio de 2011

Las discontinuas

Eh, los cristales llevan huellas de manos en sangre,
eh, ayer estuve toda la noche en la calle
en la calle, en la calle.

Conté todas las discontinuas, ocho semáforos,
ámbar medio rojo, como los ojos,
deja el retrovisor, ¿Cómo quieres ir hacia delante?
La carretera se agrieta detrás nuestra
entre las grietas,
llamas.
Truenos y asteroides,
detrás nuestra, atrás nuestra.
Deja el retrovisor, no mires más.

El desierto en asfalto,
mercancía por placer,
labios por arder,
monedas de mano a mano,
la carretera de tu piel,
y el sabor amargo de la despedida
y un último beso
y una última caída
al infierno, el infierno,
en la calle, en la calle.

Y su flequillo de hitler,
la dictadura del placer,
el placer del poder,
tu poder y tu magia,
el hechizo y mis hilos,
me enredo en ellos mismos
y tu cabello.
Joder.





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