martes, 3 de agosto de 2010

Una libertad más allá del tiempo.

Llevo noches sin dormir, creo que el videoclub aguanta gracias a mi, todavía no fumo pero añoro el tener algo que se consuma calada, a calada. Dime para que sirven las estrellas ¿Cual es su fin? y me quedo atrapado en el tiempo, entre la una o quizás las seis de una noche sin fin. Atrévete a escribirme con las estrellas, a consumirme como un cigarro, a parar el tiempo... y que no haya fin, ahora llueve de abajo a arriba, empieza con la noche y acaba en día, todo el mundo camina hacia atrás y hay desaludos, desbesos, y se deshacen las sonrisas, y el reloj marca: 2, 1, 12, 11...

Que quiero ir más allá del tiempo, que te quiero consumir como el fuego, que lo vean las estrellas, y que a partir de ese momento no haya fin.

Y será un gran, oh, oh, oh, y la luna tocará su fin, el sol llorará al vernos celoso de ir ahora detrás de la luna para no conseguirla nunca. Y será más triste que lo nuestro, o quizá igual, aunque se que todo acabará en un oh, oh, oh.

Y si lo pudiera evitar, lo haría, ni estrellas, ni tiempo para ti, eso si, te daría ganas de sufrir, pero no puedo evitar, que me mires y me digas ah, ah, ah.

El problema esque no me das suficiente libertad, siempre me tienes aprisionado en el tiempo, no me dejas parar el tiempo para saborear, ah, ah, ah... ni me dejas opciones para volver hacia atrás y esta vez no conocerte.

Y caería igual, en una espiral de ah, ah, ah.

No hay comentarios:

Publicar un comentario