sábado, 16 de abril de 2011

La decadencia está prohibida en tu mente.

Creyéndote que callada haces que se valore tu ausencia, y actúo haciendo como que sí, y es mentira, y mientras mi odio se acumula en el salero de la cocina, mi dulzura se transforma en mi autodestrucción, y harto de respirar un oxígeno contaminado por tu perfume, por recordarlo, por saborearlo, por someterme a él, intento hacerme invisible para tus ojos, hacerme odiar, hacerme idiotizar, mentir, como una vez aprendí, y me arrepiento, pero hoy veo como a veces das señales de vida, y otras veces, soy yo quien muere, la decadencia está prohibida en tu mente, midiéndonos a ver quien es más fuerte, a ver quien olvida antes a quien, quien cae antes o quien salva a quien, yo sigo inmerso en tus silencios, y tu no caes, eres mi sueño colgado, que como un niño intento saltar y coger y no llego, y pero como un niño, sueño, y juego a definirme.

Pues soy el mounstruo, soy la vida, soy el diablo, soy el ángel.

Calculé tu muerte, son las ocho de la tarde y al igual que se esconde el sol, llega el ocaso para tu mirada, cae, como caen las cenizas cuando el viento se cansa y ya no quiere correr.

Explosión de palabras, de mentiras, de actuaciones, de sobreactuaciones, la luz me ilumina, así que Dios óyeme y apaga ese foco, el auditorio está repleto, se sientan todos mis enemigos que llevaban el brazo derecho levantado en horizontal, y como siempre, molestando, tú llegas tarde, estuviste a punto de perderte el film sobre mi muerte, todos juntos, debí quemar el auditorio, pero todos tan ansiosos, comiendo palomitas, que teníais los labios irritados de tanta sal de mi cocina, queríais beberme como aparente agua, pero soy vuestro veneno, soy el diablo para vuestra racionalidad, soy un ángel para el soñador, soy un diablo entre los mounstruos, soy un ángel con alas de barro, no soy nada más que alguien que vaguea por las palabras y naufraga por los sueños. Soy un ahogado, soy pólvora mojada que estalla mal en tu mente.

No soy lo que puedes ver, soy lo que puedes sentir, el físico solo es pura apariencia, mira dentro de mi, quizás saques algo que aun no te haya podido decir, tal vez mienta, tal vez no quiera envenenarte, ni quemarte, ni rebozarte de sal, miento cuando quiero hacerme odiar, pero me obsesiona el arte de la mentira que hoy decae, mientras tu mente se resiste a dejarme entrar o eso parece, yo me entretengo en fijarme, me obesiona cuidar los detalles y perdoname por mi tribialidad hacia la vida, ya observarás que se vuelven importantes.

Y ya empiezo a cansarme, de los sometidos, de haber sido quien no quería ser para conseguir algo que acabé por romper, por disolver y distorsionar mi personalidad, brindé en soledad para alejarme cada vez más de algo creado por la sociedad, y hoy veo que he saltado de los 7 a los 17 años, que me perdí, que vuelvo a creer en mi, que mis venas vuelven a arder, y me cansan, las vidas ya programadas, hoy me toca hacer de uno y mañana de dos, de oidos que siempre oyen: Silencio,callate,silencio,callate. De ojos, ojos tapados, que censuran lo más bello, ojos que siempre están mirando entre los dedos el horror y el absurdo. Ojos que callan, que mienten.

Y hoy manifiesto, destruyo, me convierto en, vuelvo a ser, pienso, admito, defiendo, soy y digo:
-Un grito.


Miento cuando callo, soy un estruendoso grito tímido, y que el viento lleve estás señales a tu oido, pero sé que para ello tendré que ser yo quien rompa tus ventanas, atrévete y explora este ambiguo corazón. Obsesionado por las tribialidades, rarezas e injusticias, y por volar. Nada más.
Ya tendremos tiempo para caer.

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